Museos con niños – Toda una experiencia

Suponemos que muchas veces has pasado por museos y has deseado hacerlo con los niños, pero quizás hayas tendido dudas si se aburrirán o si por el contrario, disfrutarán.

Visitar museos con niños, es toda una experiencia y por supuesto que los niños disfrutarán. No importa de que tipo sea el museo, disfrutarán en todos por igual aunque quizás la diferencia esté en que a simple vista un tipo de museos le llamarán más la atención que otros.

¿Qué museos le llaman la atención?

Nosotros conocemos a nuestros hijos, y sabemos que le llama la atención y que gustos tiene. Si le fascinan los aviones, disfrutará enormemente en el museo de la aviación, y si le gustan los trenes, será feliz en el museo del ferrocarril.

Para todas las temáticas, hay museos que se adaptan o que puedes adaptar. Pongamos un ejemplo: si a tu hijo le encantan los caballos, puedes visitar el museo de Ciencias Naturales pero también puedes visitar el museo de arte donde deberá localizar los caballos que más le gusten en los cuadros expuestos. ¿Qué te parece la idea?

Los museos interactivos, son museos que dan mucho juego para los niños, ya que podrán interactuar con objetos y descubrir funcionamientos.

Antes de ir a los museos

Días previos a ir al museo escogido, te recomendamos que hagas un trabajo previo en casa. Si por ejemplo vas a ir a un museo de arte, cuéntale al peque quien pintó alguno de los cuadros que vayáis a ver, a modo de historia o de cuento. De esta manera cuando lo vea en el museo, le encantará y seguramente será él mismo quien te cuente a ti la historia.

Conviene preparar el terreno días previos a la visita, para que lo disfruten mucho más.

Infórmate también tú antes de la visita, de las actividades que se pueden realizar en el museo con los niños. Hay muchos museos que ofrecen talleres, visitas guiadas familiares, cuentacuentos. Conviene tener todo reservado con antelación para además evitar las colas con niños el mismo día de la visita.

El día esperado

Planifica la visita al museo dentro de un horario en que tu hijo esté receptivo. Que no vaya con sueño o hambre es importante. Y recuerda ir al baño antes de comenzar la visita.

Lo primero de todo será explicarle bien las normas para que sea respetuoso dentro del museo (no tocar, no correr o no gritar son aspectos importantes para tener en cuenta).

No pretendas ver todo lo que hay en el museo a tu ritmo, porque con ellos el ritmo lo marcan los niños. Hacer actividades inesperadas con niños mientras realizáis la visita, es un añadido. Te ponemos un ejemplo: si en el museo de ciencias naturales pasa al lado de un león, pídele que lo imite y así con distintos animales. Esto es el modo de visitar el museo con los niños, ya que lo que hacemos es ver el museo desde sus ojos.

Es interesante descansar haciendo otras actividades como puede ser un jardín, bancos, o incluso salir un ratito al exterior.

Y ya solo queda disfrutar del momento y cuando el día acabe, haced un recordatorio de todo lo que habéis visto o hecho. Será un día inolvidable para todos.